jueves, 14 de junio de 2012

PAN Y CIRCO




¡Qué adelantados estaban en todo los romanos! 
Cuando decidieron que ver morir a gladiadores peleando o a cristianos ardiendo era la solución a todos sus problemas, sentaron cátedra.
A quién se le ocurriría que el sufrimiento de los demás nos hace olvidar el propio.
Solo se le pudo ocurrir a un alto cargo de la antigua Roma. Quienes sino nos lanzan migajas para que nos entretengamos comiendo mientras otros se mueren en la arena del Coliseo.Después de todo somos de distracción fácil. 
Si nuestro trabajo es una mierda y el dinero no crece de debajo de las piedras, encendemos la televisión y vemos a todos los yonkis de los barrios de España viviendo entre la mugre y el desahucio. Eso nos sirve de consuelo y pensamos que estamos mejor.
Que ya no hay trabajo, pues volvemos a encender la televisión y vemos lo bien que les va a los españoles por el mundo adelante y nos convertimos en emigrantes.
Que nos están dando palos por todas partes y arrancándonos cada céntimo de nuestra sangre mientras otros roban y dilapidan lo robado a lo grande y con descaro, pues llega "la roja" y nos distrae como bobitos para que no le plantemos fuego a "Roma". 
Y si tras los juegos del emperador nuestros gladiadores chorrean sangre y caen derrotados, pronto llegan las Olimpiadas. Y otra vez estaremos sentados delante de nuestro televisor con la mirada fija en todos aquellos deportes que nunca vemos ni nos enseñan, pero que para distraer bien valen.
Todos caemos en la distracción, todos comemos pan y nos vamos a pasar el día en el circo y de los que no pueden hacerlo ni nos preocupamos. 
Total, con apagar la televisión ya desaparecen.