lunes, 31 de diciembre de 2012

¡FELIZ AÑO NUEVO! (También para los mayas)


Parece ser que el mundo no se terminó. 
Supongo que algunos estarán apenados ya que sus problemas continúan; aunque yo no me relajaría del todo, nunca se sabe, tal vez no controlamos mucho de profecías e igual nos equivocamos en la fecha...vete tú a saber.
De todos modos, se equivocasen o no, a cuántos de vosotr@s os han ocurrido tantas cosas en el casi difunto 2012 como para definir al 2013 como cambio de era.
A mi me han pasado muchísimas, cada una "mejor" que la anterior.
Tal vez esa profecía hacía referencia solo a unos pocos, puede ser que ahora mismo, en un rincón olvidado de la selva suramericana se encuentre la losa con la lista de aquellos a los que la profecía hacía referencia.
¿Os lo imagináis?
Una serie de personas para las que el 2012 supone el fin de su mundo.
Arqueológicamente hablando sería un hallazgo de la ostia, terrorífico, casi de brujería.
Pero, y esas personas, ¿se enterarían del fin?
Yo creo que a nivel publicitario es mas impactante anunciar la muerte de toda la humanidad que solo la nueva vida de unos pocos.
Sea como fuere, la pifiaron; y aquí estamos, a punto de empezar un nuevo año.
Un año nuevo que augura días difíciles, jodidos, chungos...pero un año mas al fin y al cabo.
¿Qué vais a hacer?
¿Lo vais a celebrar?
¡Claro que si! 
Hay que celebrar que aún seguimos vivos, aunque cada año seamos menos.



P.D.: Si alguien sabe cómo borrar el nombre de la puta losa de los mayas que me mande un mail. GRACIAS.

jueves, 27 de diciembre de 2012

¿ESCRIBIRÁN SU HISTORIA?


"Todo lo que vais a leer a continuación está basado en hechos reales;
aunque parezca imposible."


Es muy frustrante, a veces, intentar llenar de conocimientos las mentes poco predispuestas a conocer el pasado de la humanidad y mas aún si el entorno no ayuda.
Cada semana intento acercar a un pequeño grupo a la Historia y cada semana me asombro y asusto por lo que nos depara el futuro. Después de todo, una generación que no conoce el pasado puede llegar a cometer sus mismos errores.
Ya supone un duro trabajo buscar la forma de que el conocimiento sea llamativo, que apetezca saber sobre gente ya muerta y que no nos toca ni de lejos, cuan mas difícil es si las mentes que escuchan están poco trabajadas, agotadas por la pereza y derrotadas por la apatía.
En estos años he descubierto como algunas mujeres creen que en la Edad Media las mujeres aún no menstruaban (debió de ser una novedad mas de la Revolución Industrial).
Me he topado con la creencia de que cuando Cristobal Colón llegó a las Indias los indígenas ya hablaban inglés (¡qué antiguos son los cursos de Home English!).
Me he tenido que asombrar ante el asombro de descubrir que durante la Primera Guerra Mundial había habido muchas bajas (¡claro, es que es una guerra!).
Y casi lloro de pena cuando descubrieron la crueldad de los campos de concentración nazis (esos errores son los que no se deben volver a cometer).
Ese es el panorama de la generación que se supone nos va a cuidar, proteger y ayudar a salir adelante en su futuro.
Tiemblo con solo pensarlo.
Pero en el fondo la culpa no es solo suya; hay mas culpables.
En una sociedad donde la educación es la última mierda por la que se interesan los políticos es normal que recojamos estos lodos.
Es mucho mejor convencer de barbaridades a una generación inculta que a una que recuerda las pasadas.
La ignorancia es el arma mas peligrosa y dolorosa con la que se nos puede hundir; con ella como ataque no se escribirá la Historia del futuro.
Son las nuevas generaciones las que tienen que mantener lo conseguido por las generaciones pasadas, aunque ninguno de esos luchadores viva.
Deben alzar la voz y exigir que se les explique todo lo sucedido, deben de ser educados para eso.
Hay tanta inestabilidad en la educación que sus frutos son inestables.


domingo, 2 de diciembre de 2012

SE ACERCA EL DÍA


Como supongo que sabéis todos, faltan menos de 15 días para que se estrene "El Hobbit: Un viaje inesperado".
No se vosotros pero yo estoy deseando verla.
Aquí os dejo un par de trailers.
 ¡Qué los disfrutéis!




 

viernes, 23 de noviembre de 2012

¿PARA QUIÉN?


Que le expliquen a un niño que todas las noches era testigo de golpes, insultos y amenazas, por qué su padre cada día acosa a su madre apostado en la acera de enfrente de su casa con la mirada fija en su puerta y con un cuchillo en la mano esperando a que ella salga a hacer la compra.
Que le expliquen a unos padres por qué el asesino y violador de su hija de doce años cada día se toma un café en el bar de su barrio.
Que le expliquen a un hombre en silla de ruedas tras un accidente de coche en el que él no tubo la culpa por qué vive de forma precaria sin derecho a una indemnización.
Que nos expliquen a todos por qué las arcas del estado se lucran con multas injustificadas y sospechosas sin que podamos decir "ni mu".
Que nos expliquen por qué sospechosamente los únicos que tendrán justicia serán aquellos que tengan dinero.
Y ya de paso, que nos expliquen por qué el aire trae recuerdos de un pasado que fue peor y que muchos creían superado.
¿Terminaremos saludando al paso del cabecilla con el brazo en alto?
¡QUE ME LO EXPLIQUEN!

domingo, 11 de noviembre de 2012

REGALOS CRUELES



"Regalos ricos en pobres se tornan cuando provienen de la crueldad."
Esto era lo que le decía Ofelia a Hamlet cuando este la desprecia y niega todo el amor que le prometió.
Pues así andamos, nos dan regalos para contentarnos y luego desprecian nuestra confianza.
Nos arrebatan lo que con música dulce y buenas palabras nos permitieron y ahora se desmienten y nos lo roban.
Cuan Ofelia acabaremos tirándonos al fondo de un río para no sufrir más. Algunos ya lo han hecho.
No se debió permitir que nos enamoraran con promesas de una vivienda perfecta, con el sueño de un entorno feliz y fácil.
Ese fue el problema, que parecía fácil.
Parecía muy fácil pagar una vivienda durante más de cuarenta años, porque quién iba a pensar que te podían echar, quién pensó en que caeríamos sumidos en una crisis mundial.
Quién fue el inteligente que pensó que el dinero no se regala, que no se devuelve solo. Quién narices confió en el "buen corazón" de los bancos.
TODOS Y CADA UNO de los incautos que querían hacer realidad su sueño: tener una casa digna.
Porque ahora, señores, es un sueño. Tener una vivienda propia es un sueño que se está convirtiendo en pesadilla, en un lastre, en la patada que te empuja fuera, que te echa a la calle.
Lo peor de todo es que nos metimos voluntariamente en este círculo vicioso en el que el dinero eran las migas que nos guiaban a la miseria.
Y, ¿ahora qué?
¿Los protagonistas de esta tragedia se reunirán para batirse en un duelo dialéctico en el que los dos perderán?
Perderemos los de siempre. Al fin y al cabo, la sangre no les salpicará; pues desde los muros de sus fortalezas no conocerán la batalla.
Los ríos se llenarán de numerosas Ofelias desesperadas que, con el agua al cuello, se plantearán el sentido de sus vidas. Mientras, Hamlet seguirá loqueando y desconcertándonos  hasta caer derrotado por su propio ego.


viernes, 2 de noviembre de 2012

LA BATALLA DEFINITIVA


El mundo se está volviendo loco. Ya no hay control de nada. El caos y la perdición han colmado nuestro espíritu y estamos perdidos.
Las señales del apocalipsis  se empiezan a notar. Los corazones mas puros e inocentes se corrompen y se encaminan hacia la violencia.
Sino, ¿qué otra cosa puede empujar a Bob Esponja y a Hello Kitty  a darse mamporrazos en medio de la Puerta del Sol de Madrid? No creo que discutiesen sobre quién es mas blandito.
Qué está pasando para que esos personajes tan "entrañables" se líen a puñetazos sin importarles las miradas atónitas de sus más fervientes admiradores. 
Tiene que ser una señal del fin del mundo. 
¡Los mayas tenían razón! ¡Es el fin!
¿Qué será lo próximo? Tal vez aparezcan Epi y Blas un viernes por la noche en un "Sálvame Deluxe" confesando que son heterosexuales. 
¡¿A dónde vamos a parar?!
Desde la ruptura sentimental de Barbie y Ken que no teníamos noticias tan terribles.
¿Es que no os dais cuenta? Si los personajes de animación se vuelven violentos esto acabará fatal.
A ver, pongámonos en situación: imaginaros a una horda descontrolada de ovejas capitaneada por Heidi. Puede parecer gracioso, pero cuanta rabia tendríais acumulada si estuvieseis condenados a sonreír siempre, eternamente y aún encima toda vuestra vida con el mismo vestido, a pesar de vuestros más de treinta años. ¡Esas sisas se tienen que clavar en el sobaco!
¿A que ya no lo veis tan cómico?
Y si, de repente, Spiderman  se cansase de combatir el mal y se te instalase en la esquina de tu habitación, ahí colgado de su telaraña. Con empujarlo con la escoba no iba a ser suficiente, ¡qué son mas de metro setenta de hombre araña!
Lo que mas me preocupa de todo esto es la terrible posibilidad de que Winie de Poo aparezca con sus pegajosas buenas intenciones a liártela, toqueteándolo todo con esas manos pringadas de miel.
Y ya poniéndonos en lo peor, ¿qué me decís de los cien Pitufos que andan por ahí desmadrados, con su torso azul desnudo y sus mayas marcando paquete?
Yo no se vosotros, pero yo no quiero ver asomar nada de esas mayas blancas que seguro que transparentan.
Y no hablemos de los Snorkels. Ahora que conocemos Pandora, ¿seguro que viven en el mar o los expulsaron ahí para que hagan cosas feas con sus tubitos?
Yo no se vosotros, pero desde que a Triqui lo obligaron en Estados Unidos a comer frutas y verduras algo va mal.




sábado, 27 de octubre de 2012

A TODOS NOS PERSIGUE UN "JOKER"



La historia perturbada y la terrible sonrisa de "El Joker" encierran la historia de muchos hijos de puta crueles y despiadados.
La mayoría de estos cabrones tiene una tara profunda e insalvable que los hace ser los ejecutores de las desgracias de los demás.
Su sonrisa va alargándose más y más a medida que sus víctimas aumentan, y cada uno de esos milímetros que crece guardan el recuerdo del sufrimiento de otros.
Ellos son felices así; les encanta disfrazarse de lo que no son para que te acerques. Poco a poco ese "disfraz" de payaso se va borrando hasta mostrar su verdadera cara, pero para entonces ya es tarde: ya te han cazado.
Librarte de sus terribles carcajadas es un camino tortuoso y oscuro que ni en sueños te van a dejar.
Terapias, denuncias, ataques y huidas serán lo que necesites para librarte de estos personajes; aún así, enseguida vendrá otro que intente ocupar el espacio libre.
Huye, corre y sálvate de todo aquel que te quiera amargar la vida. 
Desprécialo y olvídalo si ya has logrado eliminarlo y goza de tu triunfo.
De ti depende que la victoria sea larga y duradera. 
Aprende de tus errores y no los vuelvas a cometer.
Se listo y adelántate a sus movimientos y cuando menos se los espere pégale una patada y mándalo al infierno.
Allí se encontrará con bastantes que se reirán de él.
Porque los "payasos" solo deben hacer reír.

sábado, 29 de septiembre de 2012

UN PUENTE CON VISTAS


¡Ya está reinando el caos!
En un abrir y cerrar de ojos todo se desorganiza y la gente no sabe hacia donde tirar.
Los hogares llevan tiempo vaciándose y siendo desparasitados de toda vida indeseable e incómoda. Si no me dan dinero no valen. 
Habrá que construir más puentes para darles cobijo. Es una pena que no dé llegado ese préstamo envenenado. 
De momento tendremos que callar las voces con un kilo de arroz, un litro de leche y pan; con suerte las colas igual no dan la vuelta al país.
Los niños nacen y crecen ignorantes porque ya no es necesario educarlos para defenderse en su día de mañana; con los pocos que se intentan defender, con ese manojo de intelectuales, es suficiente. Pretender dirigir un pueblo de descerebrados es el mayor error, ¿quién os mantendrá cuando se termine el chollo? El tonto del pueblo solo buscará su alimento y el tuyo le importará muy poco.
Los enfermos disfrutan de casi un lujo; pues la enfermedad empieza a no estar al alcance de todos, como si del último juguetito de Apple se tratase. Los medicamentos son actualizaciones por las que se tiene que pagar un extra para descargarlas en el organismo.
Y los mayores arañan los forros de los bolsillos y husmean el suelo en busca de un dinero extra que les permita comprar el pan y así tirar de su familia. Ni siquiera, después de tantos años trabajando, pueden disfrutar viendo cómo trabajan otros.
"El que guarda siempre tiene", decía una profesora mía, pero qué debemos guardar: el dinero, la comida, la dignidad, la vergüenza, la rabia...
No vamos a tener sitio en donde meter tantos "cachivaches", mi puente no tiene estanterías.
  

miércoles, 26 de septiembre de 2012

LA TEORÍA DEL CAMBIO


Llevo una larga temporada rodeada por un bucle interminable de cambios que afectan enormemente a mi vida.
No voy a empezar a enumerarlos porque alguno es doloroso y otros son complejos y no menos dañinos.
Cuando empecé con este blog lo hice con la intención de utilizarlo como distracción y muchas veces acabó siendo el hilo conductor de mis preocupaciones y dolencias y de mis recuerdos infantiles e imborrables. Ahora mismo creo que se está convirtiendo en una herramienta psicológica para escribir mis penas, cosa que no se si me termina de convencer pues mis emociones son mías y no se las regalo a cualquiera.
No pretendo anunciar un suicidio blogero ya que mi intención es continuar con esta caterva de ideas y confesar lo que me apetezca; es solo que todo lo que ahora me está sucediendo me hace plantearme una serie de cosas que creía firmes en mi vida y que ahora tras su desaparición me empujan a un "empezar de nuevo" con el que en parte no contaba.
Existe el rumor de que todos los cambios, si son para bien, son buenos. El problema es cómo saber si son para bien.
En qué momento te das cuenta de que han sido para bien y si ese momento no llega qué tienes que hacer, ¿volver atrás?
En estos días me he deshecho de todos los muebles de mi habitación y ahora tengo una nueva, con más luz y color, a mi gusto, con más espacio..¿es esto bueno? Supongo que tener por fin algo que llevabas deseando hace mucho tiempo siempre es positivo; la victoria de una pequeña batalla es agradable.
Y qué decir de los cambios en los demás que terminan repercutiendo en cambios para ti. Estos cambios no los esperas y sin querer te acaban salpicando y manchando y estas manchas son muy difíciles de limpiar; sobretodo cuando no dejan que te limpies con tu propio quitamanchas, ese que hasta entonces creías infalible y del que todos eran conocedores.
Tal vez los cambios implican que tú cambies y te amoldes a las novedades, a pesar de que estés segura de que eso no es lo que quieres. 
Cambiamos tantas cosas sin querer.


jueves, 20 de septiembre de 2012

viernes, 31 de agosto de 2012

LOS CENTÍMETROS PERDIDOS


Se acercó al espejo. 
Por un momento dudó en asomarse y dio un tímido pasito atrás. No estaba muy segura de lo que iba a ver.
Después de unos segundos se armó de valor y deshizo ese paso cobarde para por fin verse en el espejo.
Se detuvo ante aquella mujer que ya no era ella. Su cara estaba surcada por leves caminos que la guiaban hacia una experiencia, un recuerdo. Los finos y ahora mas escasos cabellos eran los testigos mudos de una larga vida llena de risas y también llantos.
En su cara se le dibujó una leve sonrisa cuando bajó la vista hacia sus pechos, antaño firmes y mas cerca del esternón que ahora. Lanzó un leve suspiro contra esa imagen y los devolvió, ayudada por sus manos, a su posición original durante unos segundos.
Giró la cabeza para verse desde otro ángulo. Juraría que era más alta.
Enseguida se despreocupó por eso, unos tacones le podrían devolver esos centímetros perdidos por el camino, "aunque la cadera derecha se queje", pensó.
Se fijó entonces en sus orejas que parecían haber crecido; entre ellas y la nariz le habían robado su altura. Le parecieron sosas y desnudas. De ellas siempre habían colgado unos pendientes con unos pequeños camafeos de marfil; eran preciosos. Pero en su vida no solo perdió el pelo y la altura.
Le quitó importancia a ese recuerdo triste, había sido necesario. Unos sencillos pendientes imitando a las perlas también valdrían para vestirlas.
"Mucho mejor", dijo en voz baja tras colocarse las "alhajas".
Se miró entonces las piernas. Hacía tiempo que sus rodillas no recibían la luz del sol. Las faldas de largo decente llevaban años instaladas en su armario. Qué aburrida era aquella ropa, sin colores, sin gracia.
"Tal vez hoy sea el día perfecto para desabrochar los dos primeros botones de la camisa". Algún día tenía que ser "por qué no hoy". Tras hacerlo descubrió que durante todos esos años a la cara si que le había estado dando el sol.
Qué diferente se veía ahora; ya no era una cara que se asomaba entre la oscuridad. Ahora esa cabeza tenía cuello. "Estos pendientes tenían una gargantilla a juego", recordó.
"¡Mucho mejor!". 
Por fin algo blanco sobre su cuerpo. 
Por fin algo de vida tras años lamentando una muerte.

jueves, 23 de agosto de 2012

¡PUTOS CORTICOLES!


¡Cómo los odiaba de pequeña! 
Era un odio inevitable, un rencor que venía de mucho atrás y que me empujaba a tapar los oídos con cada anuncio de "El Corte Inglés".
No es que me mosquease ver toda esa ropita de marca que yo nunca iba a lucir, ni esos niños felices correteando como si la que se avecinaba no fuese con ellos; era lo que implicaba.
La palabra "corticoles" era sinónimo de que las vacaciones de verano estaban llegando a su fin.
Con solo oír "corticoles" me nacía un nudo en el estómago. Supongo que sería la misma sensación que sentirían todos los de "Verano azul" cuando veían correr, cada verano, a Pancho por la playa diciendo aquella frase que marcó a una generación : "¡Chanquete ha muerto!". Esta frase era el final del verano para Tito, Bea, Desi y los demás. La pena no era por Chanquete, ¡qué más daba! Se moría todos los años. La primera podía doler, incluso la segunda, pero ya la décima era: "¡Joder Chanquete! ¡Cuídate  tío!". Lo jodido era que el verano se iba a la mierda y había que volver al colegio.
¡Putos corticoles! Con su llegada hasta parecía que los días pasaban más rápido; hasta la naturaleza se ponía de su lado y acortaba los días. ¡Qué oscurecía antes! (Me da igual lo que digáis, es por culpa de los "corticoles").
Otro acontecimiento que marcaba la vuelta al colegio era: la llegada de los libros. Esa factura terrorífica que sufre cada padre y que sufrirán por los siglos de los siglos tenía su parte buena. El olor.
¡Qué bien huelen los libros nuevos!
Recuerdo que durante unos días mi casa olía a forro. Somos tres hermanos, imaginaros la cantidad de forro que hacía falta para proteger los libros. Esos libros que habían valido mucho dinero y que tenían que durar para el hermano que venga detrás. 
En mis tiempos los libros se heredaban. Con el paso del tiempo esa costumbre se fue perdiendo hasta su total desaparición (¡Hijos de puta!).
¡Que bonita era la sensación de poseer un libro manoseado y trabajado por otra persona! La sensación al tener un libro heredado era como la de encontrar un tesoro con muchos años en el que ir descubriendo enigmas o pequeños penes dibujados con boli "Bic".
Es una pena que ahora los libros parezcan ser solo una fuente de ingresos.
Para ser sincera, con los años y el desarrollo emocional y la madurez que eso implica me doy cuenta de que sigo odiando a los "corticoles". Supongo que ya es rencor por nuestras fricciones del pasado; aunque seguramente sea porque aún tengo que volver al cole. Aunque ahora esté del otro lado.



jueves, 2 de agosto de 2012

VAMOS A CONTAR MENTIRAS...TRALARÁ!


...Por el mar corre la liebre...por el monte las sardinas, tralará.
Supongo que os sonará esta canción infantil, que alguna vez en un autobús de camino a cualquier sitio cantasteis y que está llena de mentiras como casas.
¿Creéis que mentir está mal? ¿Pensáis que hay que ser muy sincero?
¿Sois de los que decís la verdad pase lo que pase y duela a quien le duela?
¿Os parece sano no mentir nunca?
Pues mi respuesta a todas esas preguntas es: NO.
Pero no me malinterpretéis, no soy una mentirosa que tiene engañado a todo mi entorno contándole milongas y haciéndolos vivir en una mentira. No, no.
Simplemente soy una persona que decide cuando es necesaria la verdad y cuando viene mejor una mentira.
Ese rollo hipersincero de algunas personas en el fondo no es sinceridad; dicen la verdad para colgar su culpa a otro -generalmente a la persona con la que son tan sinceros-.
Por qué creéis que una persona le cuenta a su pareja que ha tenido una serie de  sueños eróticos con su mejor amigo, ¿para ser sincera y demostrar que su relación es muy especial?
¡NO!
Se lo cuenta para limpiar su conciencia. Le da igual la sinceridad. Si le importase pensaría en cómo va a mirar su pareja a partir de ahora a su amigo y cómo va a analizar cada gesto entre ellos.
Luego claro, como soy el sumum de la sinceridad, espero que nadie me reclame que le ha dolido lo que le dije, porque, ¡oye!, yo te dije la verdad, fui sincero contigo.
¿Para qué usamos la verdad realmente?
Depende.
Hay personas que la usan para decir realmente lo que piensan. 
En este grupo los hay que no tienen tacto y la sueltan como les viene. ¡Maaal!
No soporto a los que tienen un día sincero y empiezan a repartir sinceridad "dándoles por el culo" las formas. Estos son un grupo muy especialito; son los que se escudan en la siguiente frase: "es que yo soy así". Pero ya hablaré de esta especie en otro momento.
Para decir la verdad hay que, primero, saber decirla; es decir, hay que tener tacto. La verdad no se escupe, se cuenta.
Luego los hay que utilizan la verdad para hacer daño; para hacer daño de forma intencionada. Son los típicos "hijos de puta" que están a la espera de enterarse de algo de tu vida para soltártelo cuando menos te lo esperas; generalmente ese momento suele ser cuando a ti todo te va bien y al espécimen no.
Y después los hay que buscan el momento adecuado y las formas correctas para ser sinceros. Estos serían los que, a mi juicio, lo hacen de forma correcta. Ahora bien, cuando la persona con la que quieres sincerarte es una tozuda y solo ve lo que quiere ver, entonces hay que ser una mezcla del primer y segundo tipo; algo así como "es que soy así, un hijo de puta". En estos casos la verdad tiene que ser una hostia para que la otra persona reaccione.
Ahora vamos con la mentira. Ese acto con tan mala publicidad que es mentir.
Yo creo que una mentira a tiempo es mejor que la verdad absoluta. Las mentiras piadosas existen señores. Todos hemos contado alguna en nuestra vida, bueno, excepto los supersinceros, esos nunca mienten (¡JA!).
Lo bueno de los supersinceros es que como "siempre dicen la verdad" enseguida los pillas cuando mienten. Se ponen rojos como tomates y balbucean. Pobrecitos, no les enseñaron a mentir (¡JA!).
La mentira, de cuantas broncas nos libró en la infancia. "Yo no fui" es la primera mentira que contamos en nuestra vida.
Otras mentiras célebres son: no es lo que parece, empezó él/ella, yo solo veo los documentales de la 2, con que el coche me lleve y me traiga es suficiente, no es para tanto (cuando hace referencia a un hombre o una mujer muy atractivos), la salud es lo que importa, el dinero no compra la felicidad (pero ayuda un huevo), yo no sabía que mi marido estaba robando dinero, España va bien, la justicia es igual para todos, no soy celos@, podemos seguir siendo amigos, en esta empresa somos una familia...y un largo etcétera.
¿Cuándo usar la mentira? Pues para librarte de un daño mayor, para evitar sufrimiento a otros o para no lastimar con tu verdad.
La verdad y la mentira son el ying y el yang de las relaciones humanas. Son la parte positiva y negativa de nuestra vida; pero ¿cual es cual?

martes, 17 de julio de 2012

¿COMPENSA?


Ahora que estamos sentados en la playa, vamos a pensar: ¿De verdad compensa?
¿Estáis seguros de que merece la pena?
Poner en las manos de un desconocido todo tu futuro es muy peligroso.
¿Qué sabemos de él?
De que es español estamos seguros porque habla nuestro idioma y además dice ser de Santiago de Compostela. Vamos a fiarnos.
De que parece que lleva muchos años en esto estamos también seguros, no solo por su aspecto cascado y cansado, sino porque según su currículo trabajó en la provincia de Pontevedra durante un largo periodo y luego más tarde se trasladó, también por este trabajo, a la capital del país.
Bien, pensaremos que no falseó su vida laboral y nos fiaremos de la experiencia que dice tener.
Bueno, cuesta reconocerlo, pero así de buenas a primeras, parece saber moverse por los entresijos de este mundillo.
Ahora bien, las manos de un hombre dicen mucho de él, sobre todo sus gestos y la forma de moverlas; más aún en esta profesión.
En un principio parece que lo hace siguiendo unas pautas muy bien marcadas; supongo que se lo tiene bien aprendido. Es normal, de ellas depende su futuro y que los demás confíen en él.
Bueno, me arriesgo.
-¿Cómo decías que te llamabas?
-Mariano.
-Pues bien Mariano, yo me coloco boca abajo y tú me das bien fuerte. Sobretodo céntrate en la zona lumbar, que llevo toda la semana currando como una mula y tengo la espalda llena de contracturas.
-Muy bien señorita.
Es entonces, en ese momento, cuando piensas: "Espero no haberme equivocado al elegirlo".
Pero sabes que te vas a arrepentir desde la primera punzada que notas en la espalda.
Es normal, un masaje en la playa no compensa. Sobretodo cuando las manos que lo ejecutan solo se mueven por intereses. Cuando el masajista te vende humo solo para sacarte el dinero que ganaste "trabajando como una mula".
¿Qué vas a ganar con esto? Pues nada de descanso en tu día libre, vas a perder dinero y te vas a sentir idiota y estafada por haber escogido a ese masajista y no a uno de verdad.
¿Los hay?

miércoles, 11 de julio de 2012

...Y AHORA, ¿QUÉ?



¡Ya estoy de vacaciones! ¡Qué gran noticia! Tengo un largo periodo de descanso, repleto de horas libres y con un montón de proyectos.
Vale, pero ¿por dónde empiezo?
Creo que lo mejor es empezar ordenando el armario y sacar de delante la ropa de invierno para colgar los vestiditos de verano, las camisetitas de asas, el bikini, las falditas vaporosas...pero hace un frío y un tiempo de mierda así que no puedo retirar el abrigo. Debería dejar el paraguas a mano porque dan lluvias toda esta semana y el bikini, con las nubes gordas y negras que se acercan por la costa, no se si tocará agua salada este año.
Bueno, mejor dejo el armario como está y si sale el sol busco entre las cajas algo que ponerme.
Bien, ahora debería organizar unos días de vacaciones, algo económico, no hacen falta lujos para disfrutar de las vacaciones.
Veamos de cuanto dinero dispongo...¡Mierda! ¡Mi empresa aún no me ha ingresado la última nómina! ¡Serán cabrones! ¡Rastreros, usureros de mierda!
Venga, no pasa nada. Puedo aprovechar y mientras espero a que el dinero me crezca puedo hacer algo que nunca hago: una analítica completa. "¡Qué guay! ¿Eh?"
Vaya, parece que no soy la única que todavía no ha cobrado. Tengo que esperar una semana y menos mal que me dejan hacer la analítica. Mi médico de cabecera también está de vacaciones y su sustituto me dio permiso para hacerme la analítica; si estuviese mi médica no me hubiese dejado y aún encima saldría de la consulta con una bronca: "¡Es que os pensáis que las analíticas se hacen porqué os da la gana!"
¡Lo siento, pensaba que cotizaba para eso!
Bueno no importa, esperaré una semana, total ya esperé cuatro años (soy un desastre con mi salud) y una hora para que me diesen el papelito.
¿Qué mas puedo hacer? ¿Qué mas puedo hacer?  
¡Ya lo tengo! Voy a lavar el coche; hace una semana que no lo limpio y ya me estoy poniendo nerviosa.
Venga, vamos a uno de estos cubículo de lavado a presión y luego un poquito de aspiradora. ¡Mierda! ¡Joder! ¡Si que es cierto! ¡Las hijas de puta de las columnas se lanzan contra los coches! ¡Ala! Todo el faldón rayado y abollado y lloviendo como está se me va a oxidar.
Este coche va de cabeza al taller para que lo pinten y como el dinero aún no me ha crecido toca hablar con papá para que me haga un préstamo; con 31 años y pidiendo pasta, ¡qué bochorno!
Pues nada, empiezo las vacaciones de miedo. Ahora solo falta que me salga un trabajo para que se vaya a la mierda todo el verano. 
( NOTA DEL AUTOR: Seguro que para mas de uno este acontecimiento sería lo peor que le podría pasar en el verano, a mi no me lo parece, solo me hago eco de la realidad).
Recapitulemos: aún no he cobrado, tengo el armario con toda la ropa de invierno porque aún la uso, estoy pendiente de una analítica en la que tal vez me descubran falta de hierro, mi coche me va a chupar mas dinero (¡Qué razón tiene mi padre!: "Un coche es un hijo tonto") y tengo todo el verano para recordar los acontecimiento del principio de estación ya que no me va a salir trabajo.
...Y ahora, ¿qué?


miércoles, 4 de julio de 2012

ENTRE HILOS Y ALFILERES


Desde muy pequeña anduve entre hilos y alfileres, gateando por medio de trocitos de tela que caían desde lo alto de la máquina de coser de mi madre.
El final de una dura jornada de subir bajos, hilvanar costuras y planchar ropa era la captura de aquellos alfileres desperdigados por el suelo, escondidos entre las ranuras de las baldosas. Para tan minuciosa caza usábamos un imán redondo que los atraía a regañadientes.
El sonido del pedal de la máquina de coser era la banda sonora de la casa hasta la llegada de la noche; la visita de señoras coquetas que mantenían activa la costumbre de lo hecho a medida, era una constante.
Con los años aquellos retales que recogía del suelo se iban transformando en faldas y vestidos para mis muñecas.
Las lecciones rápidas de mi madre hacían que mi Barbie pasase de ser una cursi repelente vestida de rosa a ser una mujer con un armario envidiable.
De coser a mano a hacerlo a máquina. Una máquina que cosía al ritmo de tus pies y que pesaba un quintal y que aún sobrevive, con sus muchos achaques, en el trastero.
Cuando mi madre dejó de coser, cansada por lo duro de la faena y harta de perseguir a las señoras coquetas y agarradas, yo lo abandoné también un poco.
Con los años lo volví a retomar al decidirme por el mundo de la moda y sus entresijos. Los consejos de mi madre fortalecían las lecciones del día y le aseguraban que aún no había perdido esa ilusión por su oficio.
Ahora la máquina es eléctrica y los retales ya no visten a muñecas estiradas y repipis, ahora las ideas se plasman en camisetas.
Qué sonrisa al ver la primera y qué crítica era aveces; pero como me gustaba que las viera.
...Creo que es hora de recuperar esa vieja máquina de coser y ponerla a punto; algún día volverá a coser al ritmo de unos piececitos pequeños y torpes.
¡Te quiero Noni!

  

jueves, 14 de junio de 2012

PAN Y CIRCO




¡Qué adelantados estaban en todo los romanos! 
Cuando decidieron que ver morir a gladiadores peleando o a cristianos ardiendo era la solución a todos sus problemas, sentaron cátedra.
A quién se le ocurriría que el sufrimiento de los demás nos hace olvidar el propio.
Solo se le pudo ocurrir a un alto cargo de la antigua Roma. Quienes sino nos lanzan migajas para que nos entretengamos comiendo mientras otros se mueren en la arena del Coliseo.Después de todo somos de distracción fácil. 
Si nuestro trabajo es una mierda y el dinero no crece de debajo de las piedras, encendemos la televisión y vemos a todos los yonkis de los barrios de España viviendo entre la mugre y el desahucio. Eso nos sirve de consuelo y pensamos que estamos mejor.
Que ya no hay trabajo, pues volvemos a encender la televisión y vemos lo bien que les va a los españoles por el mundo adelante y nos convertimos en emigrantes.
Que nos están dando palos por todas partes y arrancándonos cada céntimo de nuestra sangre mientras otros roban y dilapidan lo robado a lo grande y con descaro, pues llega "la roja" y nos distrae como bobitos para que no le plantemos fuego a "Roma". 
Y si tras los juegos del emperador nuestros gladiadores chorrean sangre y caen derrotados, pronto llegan las Olimpiadas. Y otra vez estaremos sentados delante de nuestro televisor con la mirada fija en todos aquellos deportes que nunca vemos ni nos enseñan, pero que para distraer bien valen.
Todos caemos en la distracción, todos comemos pan y nos vamos a pasar el día en el circo y de los que no pueden hacerlo ni nos preocupamos. 
Total, con apagar la televisión ya desaparecen.

domingo, 27 de mayo de 2012

¡QUÉ DURO ES SER TORTUGA!


El otro día estaba viendo un documental sobre animales en una isla (si, yo soy esa persona que no miente cuando dice que ve los documentales de la 2) y fui consciente de lo duro que es ser tortuga marina en este mundo.




Después de superar el trauma de que tu madre te abandone siendo huevo bajo un montón de tierra aún te queda lo peor.
Tras romper el cascarón y comer su primer alimento, -granos de arena, ¡qué rico!- les toca acercarse a la orilla lo más rápido posible y la verdad ahí es donde te das cuenta de lo cruel que es a veces la naturaleza: ¡las tortugas no son rápidas!
En su viaje a la orilla se van encontrando con algún que otro cazador oportunista que hará, en la medida de lo posible, todo lo que esté en su boca para evitar el futuro de cada tortuguita.
Las espabiladas que logran mojarse en el mar aún no estarán a salvo pues en ese entorno también pueden ser el alimento de otros depredadores. Entre estos se encuentran, en algunas especies de tortugas, sus propios parientes, que empujados por el canibalismo se comen a las pequeñas sin compasión alguna.
Seguro que muchas tortugas desean cada noche haber nacido efímeras que, aunque solo vivan 24 horas, por lo menos echan un polvo y se mueren tan a gusto.
Supongo que toda la experiencia del nacimiento no es más que otra de esas lecciones con retranca que dan las madres.
Los seres humanos vamos aprendiendo con el paso del tiempo, y no es hasta que somos adultos que contamos con unas bases de nuestro aprendizaje, siendo estas el trabajo duro y largo de nuestros padres.
Nacemos y aún no sabemos andar, y cuando damos el primer paso siempre nos evitan caer al suelo. Las tortugas tienen que echar a correr en su primer minuto de vida.
Llegamos al mundo sin saber nada de él, en cambio las tortuguitas ya diferencian a sus enemigos de entre los demás.
Con suerte logramos independizarnos, pero con la nevera llena de tuppers con la comida de mamá. Las tortugas viajan por el océano solas y se buscan su comida desde que tocan el mar por primera vez.
Con los años decidimos ser padres y aún tenemos la ayuda de los abuelos para criar a nuestros hijos. Cuando una tortuga es madre viaja un largo trayecto para volver al sitio donde ella nació y dejar allí a sus hijos para que se las apañen solos, no sin antes derramar lágrimas por ello.
¡Qué dura es la naturaleza!
Nos hace nacer torpes, lentos, ignorantes y dependientes.

jueves, 17 de mayo de 2012

EL MONSTRUO DE MI ARMARIO


A diferencia de lo que pueda parecer, en mi armario nunca hubo monstruos: no cabían. No me imagino a un terrible y temible monstruo encajado entre la ropa apretada en perchas y las mantas. Si alguno tubo la brillante idea de intentar entrar en mi armario, seguro que al abrir la puerta se le quitaron las ganas:
"¡Puf! ¡Y una mierda!"
Los monstruos que atormentaban mis noches de infancia tenían el resto de la casa para esparcirse y fastidiar.
El peor de todos era el que vivía en el salón. Un ser horrible, enorme y con unas garras largas acabadas en uñas. Su sonrisa era tan siniestra que cada vez que tenía que pasar por delante de la puerta para ir al baño sabía que se estaba riendo de mi y planeando un futuro doloroso para mis huesos.
Otro de los esbirros del miedo era el que habitaba en el pasillo. Era muy rápido y sibilino, por lo que tenía que atravesar corriendo el pasillo al tiempo que encendía las luces, pues es bien sabido que la luz espanta a los monstruos.
Muchas veces, mientras escapaba, el muy canalla tiraba de la alfombra provocando que resbalase y pasase de largo la puerta de mi habitación, lugar seguro donde los haya, era la "casa" del escondite.
Aún así había noches en las que los monstruos se conchababan y entraban en mi habitación. Era entonces cuando tenía que echar mano del armamento pesado: mi hermana.
Mi hermana y yo compartíamos habitación y eso, además de ser motivo para afianzar lazos y destrozar los criterios sobre la limpieza (ella no lo sabe pero gracias a mi negativa sobre ordenar el armario, este estaba limpio de monstruos...¡De nada!), también es un fuerte arma contra los miedos de la noche. Que no podía dormir, ahí estaba ella para distraerme hasta caer rendida; que un monstruo me esperaba en el pasillo para hacerme caer con la alfombra, ahí estaba ella para acompañarme al baño; que eran las 07:00 de la mañana, ahí estaba ella durmiendo a pierna suelta mientras su hermanita pequeña tenía los ojos como platos desde las 02:00...supongo que a veces los héroes se cansan y nos mandan a la mierda.
Recuerdo que una noche por mi cabeza rondaban miles de imágenes desagradables sobre un montón de hormigas asesinas comedoras de seres humanos (quiero agradecer esa noche a los productores, actores y directores de "MacGyver", sin vosotros no hubiera sido posible) y, como otras muchas noches, desperté a mi hermana. Su solución ante semejante problema fue sencillamente brillante. Levantó las mantas en señal de "ven a dormir conmigo" y cuando estaba acurrucada a su lado me dijo:
"Cógeme de la mano, así cuando sueñes cosas malas no estarás sola".
Parece una tontería, pues aún no se ha demostrado que por medio del contacto físico dos personas compartan sueños, pero funcionó.
La recuerdo también de rodillas alado de mi cama contándome  cosas divertidas y ayudándome a pensar en lugares agradables para desterrar a los monstruos de la casa. Sin lugar a dudas era el arma definitiva contra los monstruos y pesadillas.
Pero todo arma tiene un punto flaco; el de mi hermana eran las tormentas. Con el primer trueno comenzaban sollozos acompañados de súplicas para que mis padres nos diesen asilo en su cama; si, a las dos. ¡Por favor, yo veía monstruos por mi casa ¿Cómo no iba a tener miedo a unos sonidos producidos por dios sabe que fuerza sobrenatural y terrorífica?
Tras unos minutos cansinos de pucheros se encendía la luz de la habitación de mis padres y cuatro piececitos descalzos corrían por el pasillo esquivando a su monstruo para meterse a salvo entre papá y mamá.
Este refugio no duró mucho, con el tiempo fue sustituido por silencio y aprendimos a sobrellevar las tormentas, claro que con la luz del pasillo encendida. ¡Qué buenos son los padres!, dejan la luz y se cargan dos problemas de un plumazo: a los hijos dando por saco por la noche y al monstruo del pasillo. ¡Bravo!

"El sueño de la razón produce monstruos".
Francisco de Goya.
Con el paso de los años me he dado cuenta de que los monstruos que tanto temía solo era uno: la oscuridad. Que con cerrar la puerta del salón ese monstruo se quedaba quieto y cae rendido al sueño con el aburrimiento. Que la alfombra que me hacía resbalar era consecuencia de ir corriendo por un suelo de madera pulida y que las películas son ficción.
Mi hermana ahora ya no comparte habitación conmigo y tiene un retoño al que espantarle sus monstruos, pero mi armario sigue "petado", sin un mínimo hueco para una diminuta garra.
Con los años, los monstruos que nos persiguen por la noche son otros, igual de feos, pero con otros nombres y otras caras.
Estos monstruo de la madurez no se esconden en la oscuridad, aunque esta aún nos da miedo, ahora habitan en la cabeza y son mas difíciles de ignorar; aunque no es imposible.


martes, 8 de mayo de 2012

DIOS TODOPODEROSO


"La incredulidad de Santo Tomás".
Caravaggio.
A estas alturas de la Historia sería absurdo creer que un dios creó el mundo con todos sus huéspedes.
Sería ridículo pensar que son ciertas las historias que se reflejan en escritos como únicas y verdaderas.
La mente del hombre, después de mucho trabajo y mucho olor a bruja quemada, ha sido capaz de encontrar la explicación a la mayoría de preguntas que antes se respondían con parábolas, cuentos y metáforas.
Después de miles de años de la supremacía de la fe ahora vivimos la rebelión del alma, que se burla de uno mismo ante la posibilidad, aunque sea remota, de la existencia de un ente superior.
Entre crédulos e incrédulos, yo me confieso creyente y no me avergüenzo de ello; aunque he de aclarar que mis creencias se limitan al plano espiritual y no al terrenal.
Por terrenal entiendo toda institución que se lucra o ríe, o ambas cosas, de los que muchas veces buscamos consuelo en un dios. Con esto no quiero demonizar -palabra muy adecuada dado el tema- a cada ser viviente que pertenezca a la versión terrenal de la fe, puesto que alguno habrá que se gane el cielo. Es una pena que por otros muchos, estos pocos se vean salpicados por el desprecio, asco y burla de los "indignados por la fe"; esas almas que no entienden palabras y ataques en ocasiones anacrónicos y que muchas veces a mi también me provocan arcadas.
En la mayoría de las ocasiones que rezo no busco un milagro, pues la experiencia me ha demostrado que parecen haberse agotado, sino que lo hago buscando calma.
 Busco un rincón en algún plano de este Universo infinito donde simplemente mis preocupaciones se escuchen y se tranquilicen mis nervios. 
¿Alguien las escucha? No lo se, pero los demás tampoco.
Muchas veces me pregunto qué pensará ese dios al ver el negocio que se ha montado sobre esa piedra que supuso el inicio de todo esto. ¿Estará arrepentido? ¿Satisfecho? ¿Orgulloso? Tal vez, ¿avergonzado? 
Yo si fuese él abandonaría, cerraría el chiringo. 
Tal vez ya lo hizo. Un día se le presentó al dueño del cotarro y le dijo: "Mira, ¡yo ya no puedo más! Esto se ha salido de madre y la estáis liando parda. O volvéis al redil y hacéis solo lo que yo os pedí o os quedáis solos."
El negocio es demasiado rentable; se quedaron solos.
¿A dónde se iría? ¿A dónde va un dios cuando sus fieles lo despiden? ¿Se creó un mundo nuevo y va a intentar no cometer los mismos errores con él? ¿Es solo un jubilado más con una pensión ridícula porque ser dios hoy día ya no cotiza suficiente?
Esté donde esté de retiro espiritual yo algún día tendré una conversación con él; antes o después de irme al infierno, me da igual, pero la voy a tener. 
Va a tener que aclararme una serie de cosas y explicarme otras muchas. 
Él y yo, solos y cara a cara.