miércoles, 21 de septiembre de 2011

SOLO RECUERDO QUE ME OLVIDO


Tengo un enorme baúl lleno de fotografías. En cada una de ellas aparecen caras y lugares preciosos; la mayoría son felices en el momento que fueron retratados, aunque los hay también tristes.
Cada día que abro ese baúl, una de esas fotografías desaparece, se esfuma, vuela y no la vuelvo a encontrar.
Todos los días voy a mi habitación y lo saco de mi armario para echar un vistazo y pasar lista: veo la foto de mi primera vez en un parque a los tres años, mi comunión, mi boda...
Hoy al volver a ver, como cada día, no encontré la foto de recién nacido de mi hijo. Se que estaba ahí, pero también desapareció, como otras muchas.
No me lo explico, se las lleva el tiempo. Me las roba.



21 de Septiembre, Día Mundial contra el Alzheimer.
Entra en www.bancoderecuerdos.es y dona un recuerdo.

domingo, 11 de septiembre de 2011

CAÍDA DE LAS GEMELAS

En un día normal se levanta muy temprano para poder tomarse su desayuno con calma; para él es un ritual y se regala una hora, aunque se la tenga que robar al sueño.
Hoy no iba a ser la excepción y ya estaba en pié a las 6:00 de la mañana. Tras una ducha muy rápida, aparece puntual en su cocina para empezar las oraciones del café con leche, tostada, zumo y fruta.
Sobre las 7:30 ya tenía el fresco de la mañana rozándole la cara y la pereza recordándole que hoy no tenía ganas de trabajar; la hace callar, recordando que le debe unas vacaciones a su mujer. Cuando se casaron no tenían ni un centavo para irse de luna de miel y ahora se merecen alejarse de la ciudad unos días.
A las 8:00 llega a su oficina y piensa que tantas plantas siempre le hacen llegar algo justo de tiempo a su despacho, pero no le va a robar ni un minuto a su desayuno.
En la puerta se encuentra con un compañero y tras unos minutos charlando con él, gira el pomo de su puerta y pisa la moqueta de su oficina. Se acerca a su mesa y se sienta para colocar unos papeles en los cajones y ver sus últimos mail.
Tras los primeros pasos monótonos de trabajo, se levanta y se pone de pié ante la ventana; revisa la ciudad, esos puntos minúsculos que ve desde la planta 95 también comenzaron un nuevo día con un buen desayuno y pereza, piensa.
Son ya la 8:46.



El 11 de Septiembre de 2001 la ciudad de Nueva York sufrió una de las mayores tragedias de su historia.
A las 8:46 de la mañana un Boeing 767 de American Airlines se introdujo entre los pisos 93 y 99 de la Torre Norte a 790 kilómetros por hora.
Más tarde, a las 9:03, el vuelo 175 de United impactó entre las plantas 77 y 85 de la Torre Sur, a unos 950 kilómetros por hora.
Los impactos dañaron las torres hasta conseguir su caída; la Torre Sur lo hace a las 9:59 y la Norte a las 10:28.
Las imágenes, retransmitidas para todo el mundo, impactan y hacen que el pánico se apodere de todo el país y el mundo.
En cada hogar se es testigo de los impactos, casi en directo, y se es consciente de la pérdida de miles de vidas.


A pesar de la envergadura de la tragedia, surgieron de entre los escombros supervivientes y héroes. 
Fue un día de dolor, de pérdidas, de llanto y de miedo; para la reflexión y también para el rencor.
El mundo cambió mucho desde entonces.

 HOY HACE DIEZ AÑOS



jueves, 8 de septiembre de 2011

CAMINO


Trazaría un mapa con un camino marcado:
al Norte estaría el odio,
al Sur la compasión,
al Este el fracaso
y al Oeste estaría yo.

Pero mi camino se tuerce,
se complica,
y la gente se pierde:
al Norte van los compasivos;
al Sur los rencorosos;
al Este los afortunados
y en el Oeste estoy yo, tan solo.

Volvería a trazar otro mapa
con dos coordenadas solo.
Sur, para que los que odian, 
se compadezcan de ellos mismos.
Este, para que los que fracasen,
tengan suerte.
Y en ningún punto yo estaría.

Caminé por el mundo,
y al girarme descubrí que mis huellas no eran profundas,
pues ya no existía.


miércoles, 7 de septiembre de 2011