domingo, 11 de noviembre de 2012

REGALOS CRUELES



"Regalos ricos en pobres se tornan cuando provienen de la crueldad."
Esto era lo que le decía Ofelia a Hamlet cuando este la desprecia y niega todo el amor que le prometió.
Pues así andamos, nos dan regalos para contentarnos y luego desprecian nuestra confianza.
Nos arrebatan lo que con música dulce y buenas palabras nos permitieron y ahora se desmienten y nos lo roban.
Cuan Ofelia acabaremos tirándonos al fondo de un río para no sufrir más. Algunos ya lo han hecho.
No se debió permitir que nos enamoraran con promesas de una vivienda perfecta, con el sueño de un entorno feliz y fácil.
Ese fue el problema, que parecía fácil.
Parecía muy fácil pagar una vivienda durante más de cuarenta años, porque quién iba a pensar que te podían echar, quién pensó en que caeríamos sumidos en una crisis mundial.
Quién fue el inteligente que pensó que el dinero no se regala, que no se devuelve solo. Quién narices confió en el "buen corazón" de los bancos.
TODOS Y CADA UNO de los incautos que querían hacer realidad su sueño: tener una casa digna.
Porque ahora, señores, es un sueño. Tener una vivienda propia es un sueño que se está convirtiendo en pesadilla, en un lastre, en la patada que te empuja fuera, que te echa a la calle.
Lo peor de todo es que nos metimos voluntariamente en este círculo vicioso en el que el dinero eran las migas que nos guiaban a la miseria.
Y, ¿ahora qué?
¿Los protagonistas de esta tragedia se reunirán para batirse en un duelo dialéctico en el que los dos perderán?
Perderemos los de siempre. Al fin y al cabo, la sangre no les salpicará; pues desde los muros de sus fortalezas no conocerán la batalla.
Los ríos se llenarán de numerosas Ofelias desesperadas que, con el agua al cuello, se plantearán el sentido de sus vidas. Mientras, Hamlet seguirá loqueando y desconcertándonos  hasta caer derrotado por su propio ego.


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