¡Qué se engalanen todos los balcones!
¡Qué suenen las trompetas de palacio!
¡Tenemos nuevo rey!
¿Tenemos nueva ley?
Ahora la familia se reduce, los mayores se retiran y los incordios ¿se olvidan?
Ahora la hermana está despistada: "¿Dónde me siento? ¿En el trono, en una maravillosa silla o en un frío banquillo?"
Sorprende la duda, pues la respuesta es muy clara:
Te sentarás donde sea más justo.
Aunque aquí la justicia depende del peso de la coronita del rey. Le interesa tener una muesca en su estrenado cetro o prefiere eliminar baratijas para que sea mas ligero.
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