martes, 3 de abril de 2012

¡TRES VECES VIVA!


A tan solo unos días de que se cumplan cien años del hundimiento del Titanic (15 de Abril de 1912), con una película sobre él a punto de estrenarse en televisión y con la vuelta de la oscarizada película de James Cameron en 3D (¡Vaya por Dios!) he descubierto -menuda ignorancia la mía- a una mujer de gran importancia en toda la historia del Titanic.
Se trata de una mujer ignorada en su tiempo; un tiempo en el que la sociedad de clases mostraba desprecios y ascos a los que hacían posible que los "niños bien" pudiesen disfrutar de sus fortunas. Un tiempo en el que la industria se abría paso de forma rápida y lo inundaba todo, el aire, las ciudades, los campos y la mano de obra, por aquel entonces muy barata y sin distinciones en cuanto a la edad.
En medio de esta sociedad, en los campos de la Pampa Argentina, en el seno de una familia de pastores de origen irlandés, nace el 2 de Octubre de 1887 una niña de grandes ojos verdes grisáceos que se convertirá en una hermosa mujer, cuya elegancia sorprende dados sus orígenes humildes.
Esta mujer se llamaba Violet Constanza Jessop.


Toda su vida está llena de obstáculos que superar. Como si no fuese suficiente sobrevivir en una sociedad donde no existía, la vida se le fue complicando a medida que iban pasando los años.
Contra todo pronóstico supera una tuberculosis, a pesar de que los médicos la habían desahuciado; tras la muerte de su padre la familia vuelve a Gran Bretaña donde la madre comienza a trabajar como camarera para una naviera; al enfermar su madre, tiene que asumir el mando de la familia como hermana mayor que era de nueve hermanos y buscar trabajo para seguir adelante. Decide entonces seguir los pasos de su madre y trabajar en una naviera.
 Por aquel entonces contaba con 21 años y era demasiado joven para embarcarse, contra toda lógica, en la sociedad de principios de siglo, una mujer con esa edad se podía casar, pero no podía trabajar enrolada en un barco. La costumbre establecía que para servir en un barco una mujer tenía que doblar la edad de los pasajeros. A esto se unía su belleza que en alguna ocasión le supuso el rechazo en entrevistas de trabajo, llegando a decirle que por su aspecto podía provocar conflictos entre el pasaje y la tripulación.
Para poder trabajar Violet decide afearse: no se maquilla, se arregla menos y viste ropa vieja y monocolor para aparentar más edad.
Gracias a este truco consigue trabajo en la naviera Royal Mail sirviendo en tercera clase.
Con el paso del tiempo decide mejorar su situación y consigue trabajo en la pujante naviera White Star Line.

Archivo: Whitestarline.svg

Esta naviera contaba en su flota con la clase Olympic. Esta clase estaba formada por tres trasatlánticos construidos por los astilleros Harland & Wolff de Belfast  a principios de siglo. El trío de barcos estaba formado por: el Olympic, el Titanic y el Britannic.

Olympic
Titanic
Britannic
Violet comienza su andadura con esta naviera y también su historia en torno al Titanic.
Su primer trabajo empieza en el Olympic como camarera; diecisiete horas al día por dos libras y diez chelines al mes (unos siete euros mas o menos) más cama y comida. Como jefe, el capitán Edward Smith, famoso marino que siempre mandaba los mejores barcos de la compañía y que pasará a la historia cuando decida la noche del 15 de Abril de 1912 no abandonar el Titanic  y hundirse con él. 
El 20 de Septiembre de 1911 el Olympic choca contra un crucero de guerra británico; al parecer la culpa de la colisión es del capitán Smith que explica que la poderosa estela del Olympic absorbió al Hawke (nombre del otro navío implicado en la colisión). En este percance no hay víctimas y el Olympic regresa al puerto para ser reparado.
En Mayo de ese mismo año se había botado el Titanic anunciándose su puesta en servicio inmediata.
En un principio Violet se muestra reticente a trabajar en el Titanic, pero son su familia y amistades los que la convencen para que embarque en el puerto de Southampton y pase a formar parte de los empleados del barco.

Violet  junto con sus compañeras de trabajo del Titanic.
Abordo del Titanic se maravilla de la majestuosidad y el lujo que envuelven al trasatlántico y es testigo del drama ocurrido la madrugada del 14 de Abril de 1912 .
Un iceberg rasga el casco del Titanic y dos horas cuarenta minutos después, a la 02:20 horas del día 15 el barco se hunde después de partirse en dos como consecuencia de su propio peso.
Desde el bote salvavidas número 16 Violet observa la catástrofe y es testigo de como las voces de socorro se van congelando por las bajas temperaturas del Atlántico Norte.
Cuando son rescatados por el Carpathia (trasatlántico perteneciente a la naviera Cunard Line que acudió a la llamada de rescate del Titanic) Violet pasa a formar parte de los 705 supervivientes de uno de los naufragios que alcanzarán más fama de la historia y del que se llevarán a cabo un sinfín de investigaciones, películas, documentales, exposiciones, etc.

Carpathia.jpg
El trasatlántico Carpathia.
Titanic bote se acerca el Carpathia
Fotografía de uno de los botes salvavidas 
del Titanic tomada por un miembro de
la tripulación del Carpathia.

Pero lejos de atemorizarse, Violet continua con su vida y vuelve a embarcarse  en el hermano menor de la clase Olympic: el Britannic.
Por aquel entonces había estallado la Primera Guerra Mundial y el Reino Unido convirtió al Britannic en un buque hospital, mucho más necesario que un trasatlántico de lujo para la diversión y el ocio.
El 21 de Noviembre de 1916 Violet era una de las enfermeras de la Cruz Roja a bordo  del Britannic; navegaba por el Mar Egeo cuando se topó con una mina cuya explosión dañó gravemente el casco del barco.
Tardó en irse a pique 55 minutos y a Violet le vinieron los recuerdos aún recientes del Titanic. El accidente causó 30 muertes al no llevar heridos a bordo, lo que haría que el desastre fuese de una envergadura mayor.
En esta ocasión Violet se salva, como dice ella, gracias a su cabellera: tras caer al agua, ser succionada por debajo de la quilla del barco y recibir un golpe en la cabeza que la dejaría inconsciente, otro superviviente la rescata sacándola del agua tirando de ella por su pelo.
Cuenta que de ese accidente le quedó un secuela que no descubriría años después: "Al cabo de los años, tras muchos dolores de cabeza sin explicación, el médico me descubrió que tenía una fractura de cráneo antigua".
Este sería el último de los naufragios sufridos por Violet Jessop. Eso no la frenó a la hora de volver al mar; a los 61 años, tal vez movida por viejos recuerdos se embarcaría por última vez. Volvería a la compañía en la que había empezado su peregrinaje por el mar, volvería a  trabajar para la Royal Mail tras firmar un contrato de dos años.
En 1950, a los 63 años de edad, se retira a vivir en Suffolk en una casita con techo de paja (cottage) del siglo XVI donde se sustenta con su pensión y la venta de los huevos que ponen las gallinas que cría.
El 5 de mayo de 1971 una insuficiencia cardíaca vencería a Violet cuando contaba con 84 años de edad.
Violet Constanza Jessop pasa a la historia por  sobrevivir a tres tragedias, aunque también fue una luchadora en una Europa de corte anticuado que presumía de modernidad botando grandes colosos tan débiles como ella ante los fuertes golpes.

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